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Crucibulum Hispalense, la última genialidad de David López Panea

José María Pagador, agosto 2021



  • La obra, como no podía ser menos en una invención tan fuera de lo común, se titula Crucibulum Hispalense [Álbum panóptico y tesauro de imágenes múltiples. Miscelánea polimórfica de estampas sevillanas]. Crucibulum significa crisol. Pero Crucibulum es también una familia de hongos con forma de nido lleno de huevos. Y ambos conceptos le vienen como anillo al dedo a esta obra. En este caso, es la concepción del artista el crisol donde se funden las imágenes y es la caja el continente de este derroche de fantasía plástica, el nido de esa multitud de obras en pequeño formato (21×29 cm) pero grandes en concepción, inspiración y realización, en las que el artista aúna diferentes técnicas como la pintura, el dibujo, la transferencia o la ilustración, para componer este panorama múltiple de la realidad y la tradición sevillanas, en un formato y estilo que recuerda a las tarjetas postales, hoy tan en declive a causa de las técnicas digitales.
    “La obra -dice el artista- consiste en una colección de 151 estampas realizadas con diferentes técnicas, que aluden a la ciudad de Sevilla de manera transversal, en la que se representan locativos, señas de identidad material e inmaterial, fiestas de la ciudad, comidas y bebidas, instituciones, monumentos religiosos y civiles, imágenes religiosas, obras de arte singulares y personajes y prohombres sevillanos. La colección se presenta en formato A4, reunidas en una caja de artesanía encargada y decorada ad hoc”.
    En 2004 comenzó el artista una amplia recopilación de términos que hacían alusión o que se referían de manera directa a la ciudad de Sevilla, señas de identidad que definen lo que la urbe hispalense es. Hace aproximadamente un año rescató el cuaderno donde estaba esa relación de nombres, unos 400 aproximadamente, con la intención de revisarlos y realizar una serie de dibujos y pinturas que conformaran una especie de tesauro de imágenes inspirado en el ATLAS MNEMOSYNE que ideó Aby Warburg (1866-1929), un historiador del arte alemán que propone un método de investigación heurística sobre la memoria y las imágenes
    El atlas Mnemosyne, formado por más de 2.000 imágenes, propone un procedimiento de exploración y presentación de sistemas de relaciones no evidentes, mediante técnicas de collage y montaje. El proceso permite el reposicionamiento de imágenes o la introducción parcial de nuevos elementos, para establecer nuevas relaciones, un proceso abierto e infinito que crea una cartografía personal, posibilitando constantes relecturas.
    Aprovechando las ayudas COVID para artistas de la Junta de Andalucía, David López Panea retomó la idea de realizar este proyecto poliédrico, en el que se relacionan imágenes diversas que aluden a la ciudad de Sevilla, a sus ciudadanos, sus monumentos, sus fiestas, comidas, ritos, devociones, etc, hasta un total de 151 estampas que presentan múltiples vínculos transversales entre ellas. Una especie de collage de ciudad, que queda recogido en una caja-archivador que funciona simbólicamente a modo de crisol.
    La colección de estampas presenta un aspecto formal en su conjunto muy variado, en la que no prima un estilo, y en la que podemos encontrar desde piezas netamente expresionistas, hasta otras de auténtico corte pop. Algunas están tratadas de manera realista y otras gozan de cierto aire modernista e incluso impresionista. Así, el collage de imágenes se desvincula del sentido de autoría en cuanto al tratamiento formal, lo cual enriquece el efecto de diversidad y esconde al artista, haciendo menos formal el conjunto y en cierto modo más popular y accesible.
    En la elaboración de las estampas se ha utilizado papel Guarro de 340 g, cortado en formato A4 (21×29,7 cm). La técnica es mixta, pues se han utilizado multitud de técnicas pictóricas y dibujísticas que van desde el collage hasta la ilustración, de la transferencia a la proyección de imágenes. Los materiales son también diversos, conjugando gouache, tinta, lápices de colores, tinta de impresora y rotuladores.
    En la elaboración de la caja se ha utilizado cartón rígido y se ha forrado de papel. La tapa está intervenida utilizando gouache y tintas sobre papel recortado. En los cantos se ha escrito a mano con acrílico el título de la obra. Las dimensiones de la caja son 33x23x15 cm.

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